lunes, 20 de enero de 2014

DIFERENTES MIRADAS TIENE LA FIESTA

Siempre habrá opiniones encontradas y distintas miradas para cada cosa.

Habrá quien se conforme con muy poco y otros a los que nada les satisface.

Es el caso de las redes sociales.

En legítimo ejercicio de la libertad de expresión, los individuos manifiestan su agrado o su repudio por esto o por aquello y la fiesta brava no es la excepción.

Por el contrario, el desarrollo de la fiesta da pié para que aficionados de ocasión, villamelones y otros sin más conocimiento de las corridas de toros que la primera y última a la que asistieron, opinen, denuesten y hasta descalifiquen la actuación de los toreros y las condiciones de lidia del ganado.

Si resulta a veces molesto escuchar en el tendido gritos de: Toro!, no es menos incómodo y hasta enfadoso encontrar en redes sociales comentarios mal sanos envueltos de ignorancia, insidia en unos casos y de amargura en otros.

Incluso alguno de ellos se atrevió a llamarme "Cobero" por felicitar a un ganadero con motivo del buen juego de sus reses.

Fué el caso de la corrida de ayer en la plaza México con un cartel que prometía porque estaba compuesto con tres de nuestras más prometedoras cartas de la baraja taurina de nuestro país: Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Diego Silveti, quienes enfrentaron a un fuerte y serio encierro de La Joya, ganado con simiente de Parladé.

A la postre Arturo Saldivar tuvo que conformarse con una oreja concedida por el juéz Gilberto Ruíz en el segundo toro de su lote.

Yo veo a un Arturo Saldívar muy puesto con los toros, con mucho sitio y haciendo cosas de torero inteligente, sin embargo, los chillones en el tendido le calleron encíma con gritos de: Toro! cuando el torero trataba de sujetar la embestida del astado que siendo fijo en la muleta, acometía con mucha fuerza.

Saldivar tuvo que lamentar fallar con el acero en sus dos turnos porque de haber matado bien, seguro se habría ganado la salida a hombros por dos faenas diferentes, la primera haciendo gala de valor espartano.

Diego es un torero entregado, con un valor a toda prueba pero simplemente no acaba por acoplarse con sus toros y si bien habría dejado ir una buena oportunidad con un toro de Barralva en su comparecencia anterior, en esta ocasión se vió exigido por su segundo enemigo y los alti-bajos y las indecisiones amén de un feo espadazo dieron al traste con la ilusión de salir triunfador de este compromiso.

Habrá que destacar la buena disposición de Juan Pablo Sánchez quien abrió plaza.

Tratando siempre de agradar a la concurrencia topó con hueso al enfrentar a un astado inválido corrido en cuarto sitio que se lastimó una manita y tuvo que ser apuntillado en el ruedo y luego otro lisiado de Vistahermosa que regaló.

A su primero le toreó con profundidad, haciendo albergar la esperanza de un triunfo grande, sin embargo hubo de conformarse con salida al tercio.

Pero si bien los ignorantes se hacen presentes en el tendido y pretenden adquirir protagonismo en base a gritos y descalificaciones que carecen de un sustento real, las redes sociales están plagadas de otros ignorantes que buscan una gloria efímera apoyada en comentarios nefastos y denostaciones absurdas.

Lo anterior no hace sino demostrarme en cada oportunidad que tengo de pasar la vista por ese tipo de publicaciones que el toreo entonces tiene dos perspectivas: Una, la del torero que enfrenta al toro y que debe resolver los problemas de la lidia en la cara del mismo y otra, la de los que sin talento y valor para enfrentar al toro, se refugian en su butaca para gritar improperios y descalificaciones.

Pero existen foros en redes sociales en los que despojados del anonimato, estos individuos se atreven a tirar las piedras insidiosas de su amargura en contra de los protagonistas de la fiesta, porque ellos si es que alguna vez aspiraron a ser toreros, nunca fueron capaces de correrle bien la mano a un toro y, habrá otros sin duda, que lo más cerca que han estado de una res, ha sido frente a un filete con papas.

Pero ahora ya nada les satisface porque ni el mismo José Antonio Morante, el Juli, Talavante o Enrique Ponce son capaces de llenar su vacío existencial.

Vamos:

Ningún chile les acomoda!


EL RECUENTO DE LOS RESULTADOS