miércoles, 5 de abril de 2017

DE BORRACHOS Y GRITONES ESTAN LLENOS LOS PANTEONES


¿Es nuestra forma de ser digna de nuestras raíces y de nuestra cultura?

Veamos, dicho de otra forma: ¿Sabemos los mexicanos comportarnos de forma civilizada y digna en espectáculos públicos?

Está demostrado que no, que por desgracia no es así y que nuestro comportamiento ha dejado mucho que desear incluso en eventos de corte internacional donde los mexicanos han dado la peor nota, como aquel célebre compatriota al que se le ocurrió orinar sobre la llama del soldado desconocido durante la celebración del mundial de futbol en Francia '98.

El grito futbolero censurado por FIFA
Y este comportamiento nefasto que nos distingue sigue trascendiendo y esta vez pudiera traernos consecuencias desagradables como el veto a nuestro queridísimo Estadio Azteca por una situación penosa de un grito que la FIFA ha considerado homofóbico y esto por decir lo menos, porque eventualmente podría poner a nuestro país fuera de la justa mundialista.


Dicho sea de paso y a todas luces este insulto del público a los jugadores de escuadras rivales resulta ofensivo para los aficionados de países hispano-parlantes que entienden este término a la perfección en su correcta dimensión e intención, así que ahí está un asunto por demás penoso.

A pesar de las miles de recomendaciones de la Federación Mexicana de Futbol y otras instancias, al público simple y sencillamente le ha importado un cacahuate y sigue manifestándose de esta forma a pesar de los riesgos que ya hemos mencionado.

Si algo nos distingue, es que nosotros hacemos mofa de nosotros mismos y así como si nada, incorporamos a nuestras expresiones diarias y a nuestro lenguaje descalificaciones para toda la gente por sus características físicas o por sus discapacidades.

A esta forma de agraviar a la gente se le llama en buen español abuso, aunque el término más aceptado y que está de moda es en idioma inglés: "Bullying" .

Estas descalificaciones pueden ser de todo orden y no se respetan ni clases sociales, ni color de raza, ni credos y mucho menos orientación sexual.

Es algo que literalmente los mexicanos "mamamos" desde la cuna y suponen patrones de conducta que se repiten generación tras generación practicando estas agresiones incluso al interior del grupo familiar porque desde la más tierna edad ya somos parte de un problema sin solución.

"De borrachos y gritones..."
Las plazas de toros no están exentas de este tipo de manifestaciones de los asistentes, con algo más: dan cabida a personas proclives a proferir insultos para obtener un protagonismo efímero al soltar un grito ocurrente que provoque hilaridad y les otorgue notoriedad a punto de que haya personajes recurrentes en este tipo de manifestaciones que hasta se han hecho de cierta fama como el célebremente conocido "Profesor".

Personaje forjado a base de lanzar gritos en el tendido de sol que solo sirven para distraer a los concurrentes y hasta a los toreros actuantes sin importarle que un hombre se esté jugando el físico en ese momento.

¿Y cuántos otros así?

Célebre también aquel porrista que solía vociferar: ¡"Y que feliz estoy, y que feliz estoy, porque no traje a mi vieja ca..."!

La broma, el albur, la burla, el comentario cachondo y a veces la agresión verbal  son los recursos más utilizados por estos personajes que encuentran en el espectáculo taurino, una oportunidad para manifestarse ante el público asistente que con afán de divertirse celebra toda suerte de comentarios, algunos de ellos ingeniosos y otros verdaderamente aberrantes y hasta molestos de estos merolicos con complejo de voceadores.

Conocí a algunos personajes pintorescos como aquel famoso Hilario Pérez el famoso "Pato", célebre por la facilidad con la que profería insultos a los jueces de plaza enfrentando varios conflictos con la autoridad por esta situación.

Recuerdo que el periodista Angel Díaz de León recriminó a Hilario el pasarse toda una tarde dedicando insultos a los jueces de plaza, motivo por el que durante el desarrollo de la corrida, el Doctor Pérez y Fuentes le aplicó una multa anunciandolo por el sonido local.

Díaz de León felicitó al juez de plaza por tan atinada medida durante la transmisión de un programa de deportes y en la corrida del Domingo siguiente, el famoso "Pato" que había permanecido callado durante la mayor parte del tiempo, le gritaba en las postrimerías a Don Angel desde las alturas.

El periodista ignoró los repetidos gritos del porrista que intentaba en vano captar su atención, aunque fue tal la insistencia que finalmente decidió hacer un ademán batiendo los brazos como diciendo: ¿"Que pasa?" y sin más, Don Hilario le espetó:

¡"Chin... a tu ma... pero quedito, porque si lo digo fuerte me multan hijo de la Ch...adaaaaaaa"!

Las carcajadas de los asistentes no se hicieron esperar, fueron risas atronadoras esa tarde en que incluso me parece recordar la titular de la delegación política de la demarcación, impuso desde luego una nueva multa al "Pato" que abandonaba el recinto en medio de aplausos, tal como lo hiciera un matador triunfante al salir por la puerta grande y sonriente como un niño después de cometer una travesura.

Otros gritos ocurrentes como aquel que el famoso "Negro Aranda" de la porra de sol le lanzó a Pedro Gutiérrez Moya "El niño de la capea" aquel 12 de enero de 1992 lidiando toros de San Martín:

¡" Paisano, no te hagas pen... y regala un toro"!

Esa ocurrencia le valió ser objeto del brindis que le hizo el matador del séptimo cajón y que a la postre significó un triunfo importante en la carrera del salmantino.

Pero no todas las ocurrencias ocasionan hilaridad y cuando se vuelven burdas y no respetan a los actores del espectáculo ni a quienes pagan por disfrutar de él, se vuelven molestas y así como existen personajes simpáticos que se han hecho famosos en el tendido, también ha habido otros tantos que se han encargado de  acuchillar literalmente a la fiesta.

Es el caso de un conocido banderillero y peón de brega en el retiro que gusta de asistir al tendido y que se ha hecho cuate de medio mundo y al que durante muchisimos años no le ví niguna actuación que mereciera la pena comentarse por destacada y si en cambio le ví muchas tardes aventar los palitroques o clavar un solo palo en el morrillo de la res de manera descarada buscando el abrigo del burladero por su escasez de facultades físicas.

Ah pero era en el tendido departiendo con bebidas embriagantes cuando este personaje cobraba notoriedad, codeándose con lo más granado del grupo de porristas gritones de mercadillo y parroquianos (paleros) que los acompañaban.

Sin que quiera escandalizarme o exagerar pero para mi gusto este personaje lo que mejor hace, es prostituir el oficio porque hasta cuando partía plaza era escarnio de las burlas de sus compinches que le lanzaban voces y adjetivos denigrantes.

Y existe otra categoría para estos vociferadores, que tienen complejo de cronista: aquellos que sin habérselos pedido te dan reseña en tiempo real del pelaje de las reses, cornamentas, encastes y te hacen un relato de lo que está pasando en el ruedo  en afán de demostrar que son autenticos conocedores, haciendo gala de un vasto acervo que a algunos concurrentes (como a mi menda) les importa un rabano.

Por otra parte, hay otros gritos en el tendido en los que no percibo ninguna mala intención como aquel de: "Venga torero, venga el arte, túnel tres" que  representan digamos un gesto animoso sin menoscabo de la dignidad de nadie. Ojalá todas esas expresiones fueran en el mismo sentido.

Pero todos de pronto se hacen voces: "llévalo a media altura" , "crúzate", "más despacio", "no le quites la muleta de la cara", "a los medios, a los medios", "échale agua", "toro, toro" o el más hilarante de todos los gritos: "y la música toque y toque".
Muchísimos conocedores se dan cita en el tendido

Caray, me digo a mi mismo: cuántos conocedores se dieron cita en el tendido y que privilegio para el matador en turno de contar con un grupo tan nutrido del asesores; seguro que si se dejara llevar por tan sabios consejos iba a poder resolver el crucigrama que tiene enfrente y que nada más no se deja meter mano porque es un ser vivo con toda la fuerza ancestral de los de su especie, con su genio, con sus complicaciones y armado con dos puñales bien puestos.


Pero que fácil parece todo visto desde el tendido resguardado del peligro y animado por la ingesta de bebidas alcoholicas, ¿verdad?.

Y mientras unos a otros se mientan la madre, le caen encima al picador o al peón de brega, al matador en turno, agreden al ganadero, al juez, a los asistentes al  callejón y literalmente al que les apetece caerle encima, porque, dueños de la verdad absoluta sienten que el precio que pagaron por su localidad en el tendido les confiere el derecho de insultar a quien se les antoje, porque solo así pueden disfrutar de una efímera fama ya que nunca podrán hacer algo importante en su pusilánime mundo que no sea rodearse de otros tantos ignorantes ilusos como ellos para darse coba.

Y saldrán de la plaza para perderse en el anonimato y volverán tal vez el próximo Domingo para volver a faltarle al respeto a todo mundo y seguir vomitando lodo, en una catarsis que es hoy por hoy, una de las peores enfermedades que aqueja a la fiesta brava en nuestro país.

La pregunta es: ¿hasta cuándo estas criaturitas van a dejar de faltarle el respeto a la gente?

Sabemos que es difícil regular este comportamiento por ser un espectáculo público pero: ¿ acaso estos personajes que se proclaman así mismos como aficionados y conocedores de la fiesta brava harán conciencia algún día de que lo que hacen al proferir insultos e interrumpir el desarrollo de la corrida significa dañarla?

Créanme amigos, mi afición me lleva a la plaza a disfrutar de mi espectáculo favorito pero a últimas fechas con todas estas expresiones de una partida de borrachos intolerantes e intolerables, aunadas a la falta de respeto de las autoridades que permiten que los vendedores se paséen por los pasillos de la plaza aún cuando está en curso la lidia del toro y pueden hasta distraerlo o "tocar" a la res, exponiendo a los toreros a un percance serio, se me está llendo el gozo al pozo.

Resulta insufrible la forma descarada en que todas estas cosas se dan en un marco de impunidad, donde la autoridad brilla por su ausencia y donde todo mundo hace lo que se le da su regalada gana.

Y no, no se confundan:

La fiesta en México no es lo mismo que en España no. Y esta aseveración no se encuentra fundamentada en las características de fenotipo de los toros de por acá o de los estilos y la forma de interpretar el toreo por parte de nuestros toreros no.

La diferencia es que si pretendemos que nuestra fiesta sea merecedora de reconocimiento a su seriedad y esta pretención no se logra, la culpa no es de los ganaderos, la culpa no es de los matadores, tampoco de las empresas no; la culpa es de todos porque la fiesta la hacemos todos.

Y chaparro favor nos hacen la bola de merolicos de mercadillo y sus estridentes expresiones en el tendido.

Cuando hay lugar para exigir respeto por los derechos del público, habrá que hacer oir nuestra voz, pero siempre en apego irrestricto al respeto por la dignidad de los demás.

Y como si a la fiesta brava en nuestro país le faltaran motivos para venirse a pique, la empresa de la Plaza México en un afán innovador pensando en favorecer a sus clientes, ofrece ahora servicio de bar hasta tu localidad para que te emborraches a gusto y puedas unirte al coro de inconformes que protestan por todo y por nada.

Ahora sí, si bien es cierto que el título de "La cantina más grande del mundo" que le llegaron a endilgar al coso máximo de nuestro país, a la catedral del toreo en América me causaba escozor, la verdad es que sí, que lo tiene bien ganado.

Y no se engañen, si quieren disfrutar de un espectáculo serio y en toda regla, vean corridas de España por internet o por televisión de paga y si pueden hacer el gasto, háganlo y vayan allá, que por lo pronto en Madrid si vas al baño a "tirar el miedo", tendrás que esperar a que doble el toro en turno o de otra forma no podrás acceder a tu localidad, igualito que pasa en La México ¿verdad?.

Así que: una, dos, tres, ¡"Pooooorrrrraaaaa de Alcohoooooooolllllll"!

EL RECUENTO DE LOS RESULTADOS