viernes, 10 de febrero de 2017

LOS MONSTRUOS DE LA CRONICA O EL TALENTO NO SE COMPRA


No, lo mío no es la crónica, no!

Esa es una actividad que reviste una enorme responsabilidad para quien la practica, ya que deberá actuar con absoluta imparcialidad y evitar emitir juicios de opinión  hasta donde le sea posible y sin tratar de inducir la de nadie, sobre todo aquellos que tienen un sitio destacado y pueden ser hasta líderes en este campo.

Los medios electrónicos les confieren entonces la facultad para expresarse, pero deberán ser fieles a los postulados de justicia, actuando de una forma moderada y responsable, simplemente consignando las situaciones que se dan en el desarrollo del espectáculo sin tomar partido de una u otra forma o pretender inclinar las preferencias de un lado o de otro.

En este terreno, hemos tenido el privilegio de disfrutar del trabajo de aquellos personajes que hicieron de esta profesión un deleite.

Por ejemplo: cómo no recordar la inconfundible voz de Don Carlos Fernández Valdemoro, "Pepe Alameda" tan ligada a las transmisiones taurinas por televisión en los años 60's, 70's y 80's.

Don Francisco Rubiales

De entrañable recuerdo, Don Francisco José Rubiales "Paco Malgesto", quien a través de la radio daba cuenta de lo que acontecía en los tendidos de la plaza con puntual detalle y de la actuación de los toreros en el ruedo.

Y aquellas voces que siempre les acompañaron en sus transmisiones: Rubén Zepeda Novelo, Carlos Albert o Jorge Zúñiga, todos ellos de imborrable recuerdo.

La crónica de Paquito, tenía un poder envolvente, que resumía al radio-escucha, todas las situaciones que se presentaban en la plaza con una narrativa sencilla y desenfadada de términos populacheros y entonando sus frases con un estilo inconfundible arrastrando, carraspeando las palabras para dar un énfasis oportuno que atrapaba la atención de quienes disfrutamos alguna vez de esas transmisiones.

!"Y ooooiiiiga usted"!

Sin duda, toda una época de un México atrapado en los libros de una historia no tan lejana y de una tauromaquia distinta en conceptos a la de hoy día.

Don Pepe Alameda, una voz cautivante, utilizando un lenguaje más académico.
Aquel culto varón que fuera aficionado práctico, locutor, escritor y poeta y quien hiciera una magistral conducción del programa de televisión semanal Jueves Taurinos.

No por utilizar un lenguaje más cuidado, digamos, menos popular, caía en excesos y su crónica tan llena de terminologías taurinas, nos permitió aprender más del desarrollo de la lidia.

Pepe Alameda

Pelajes, pintas, cuernas, comportamientos del toro en el ruedo.

Que no le aprendimos los que le escuchamos tantas veces?

Sin duda, una personalidad irremplazable que dejó honda huella en los medios de comunicación.

En los tiempos modernos, la figura de Heriberto Murrieta llegó a consolidarse como referente en lo que a la crónica taurina se refiere y sin embargo, su gestión al frente de los micrófonos, ha sido blanco de las críticas más exigentes.

Acaso y esa opinión es muy personal, abusa de un lenguaje muy rebuscado de términos poco frecuentes o poco utilizados en el tema taurino.

Por ejemplo, suele escuchársele decir que un torero torea con "donosura", lo que viene a ser un tanto excesivo si puediera por ejemplo hablar de parsimonia o de templanza o hasta lentitud, pero el término que más ha acuñado es el de "donosura" y bien, puede pasar.

Pero luego entonces saca de su diccionario particular términos como "Saborío" para referirse tal vez a un astado sin clase en la embestida, que no se emplea, que no acude con claridad o lo hace demostrando sosería, aunque en el diccionario de la lengua española no exista referencia alguna para este término.

Heriberto Murrieta
Y cuando ha de referirse a una persona de expresiones extravagantes o hasta hilarantes, de mucho desenfado, utiliza el término de "Chabacanería" cuando que dicho término según el diccionario de la Real Academia Española cita: "Falta de arte, gusto y mérito estimable" (sic.).
De esta forma llega a confundir a los espectadores con el uso de esta terminología rebuscada.

En alguna ocasión al referirse a un torero cuya tauromaquia era austera en adornos pero muy efectiva en recursos técnicos, toreaba con sobriedad y para ello acudió a su diccionario de términos rebuscados y hablaba de un toreo "Granítico"...

Cómo dijo, en serio...?

Si, su estilo es ágil, lo que combina a la perfección con los tiempos actuales en los que se prefiere un estilo vibrante en vez de una conducción digamos anquilosada. 

Y porqué entonces llega a abusar tanto del uso de estos términos, si a lo largo de su trayectoria que suman ya más de 30 años de periodismo taurino ha logrado adquirir vastos conocimientos en el arte de Cúchares como para tener que echar mano de tal recurso?

Acaso si me lo permiten, la frase que más le he celebrado es cuando un torero llega a ejecutar una obra maestra llegando a la sublimación es cuando el buen amigo Murrieta dice: "La ejecución de las suertes dejó al público en estado de purificación".

Caramba, qué frase y como dijera Chava Flores en una de sus canciones: "El artista se vació".

Y bueno, ha de ser de vena que le viene lo gitano en ocasiones como para referirse a una cornada seria como: "Un tabaco", en fin, como él mismo ha calificado la obra de algunos toreros: estas expresiones dentro de su ejercicio como periodista, son"bisutería pura".

Sea lo que fuere, no es mi intención demeritar las cualidades periodísticas de Heriberto, que las tiene y muchas,  porque dicho sea de paso, creo que es un excelente depositario de la herencia que dejaron esa estirpe de cronistas taurinos que llenaron el espacio de los medios de comunicación con un estílo único y el de Beto sin duda es inconfundible.

No menos importantes han sido las colaboraciones de excelentes aficionados periodistas del medio como lo fuera Juanito Guerra (q.e.p.d.) que imprimió a su crónica un sello distintivo o como nuestro buen amigo de entrañable recuerdo, cronista imperdible que se desenvolviera magistralmente en el medio de la radio-difusión, Don Enrique Hernández Flores (q.e.p.d.).

De charla amena y conocimientos vastos en lo que se refiere a la lidia de las reses bravas, Mauricio Locken, Jorge Murrieta, Juan Antonio de Labra, Carlitos Yarza, Juan Antonio Hernández, Guillermo Leal y Marysol Fragoso.

Para todos ellos vaya mi reconocimiento absoluto por su incansable labor frente a los micrófonos y porque sus comentarios han abierto en más de muchas ocasiones, sabrosos debates en torno al tema taurino.

Pero en todas las actividades existe la posibilidad de que personas sin conocimientos suficientes sobre un tema lleguen a ocupar una posición privilegiada y entonces es cuando el prestigio de la crónica se compromete y hasta se pone en duda.

Tal es el caso de un joven de hechuras acartonadas, relamidito y almidonado que colabora en las trasmisiones de las corridas de la temporada grande en la Plaza México al lado de Heriberto Murrieta.

Nos referimos a Rafaél Cué, que se desenvuelve con un aire de arrogante suficiencia utilizando para ello un lenguaje petulante, tratando de cubrir su carencia de conocimientos alardeando con términos igualmente rebuscados.

Esto no solo confunde a los nuevos aficionados a la fiesta: él mismo termina confundiéndose!

Y es el caso de que a diferencia de su mentor y protector, Rafaél no cuenta con ese baggage de conocimientos suficientes (nótese el anglisismo) y eso reviste un enorme problema: para él, la falta de credibilidad por parte de un amplio sector de aficionados que como en mi caso, atendemos la transmisión de las corridas a través de la televisión de paga y por otra parte, el público curioso que igualmente sigue las transmisiones y deba escuchar sus insufribles comentarios, sí o sí.

Lamentablemente ha venido a últimas fechas a ocupar un importante espacio en las transmisiones y no se si por cansancio de Heriberto que prefiera a veces "taparse" y sea porque de esta forma le brinde oportunidades a su discípulo. 

Sea cual fuere la razón, al público que atendemos la transmisión de las corridas a través del televisor, nos privan de la oportunidad de escuchar las voces de quienes ejercen esta actividad con pleno conocimiento sobre el desarrollo del espectáculo y lo hacen de una forma discreta, sin protagonismos baratos.


Y para finalizar, parafraseándo a mis amigos Los Tigres del Norte en su corrido El Jefe de Jefes en torno a la figura de nuestro distinguido amigo Cué:

"Sin talento no busques grandeza, porque nunca la vas a tener"

He dicho!

EL RECUENTO DE LOS RESULTADOS